Mientras Jesús atravesaba Samaria y Galilea, se presentaron ante Él diez leprosos y le dijeron: «¡Jesús, maestro, ten piedad de nosotros!».
Jesús los invita a ir a los sacerdotes, y en el camino los diez son sanados. Sólo uno de ellos regresa para dar las gracias a Jesús arrodillándose, y Jesús le dice: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado!».

La fe no se manifiesta al declarar: creo en Dios, creo en mi religión, en mi familia, en la justicia; La Fe se manifiesta en la Luz que transmitimos, cuyos rayos se expanden en los Infinitos Universos Espirituales, superando todos los obstáculos creados.

El Planeta Tierra no es un escenario donde recitar un papel, sino un lugar de crecimiento interior para conocer tu propio Espíritu y comprobar si éste manifiesta la Verdad y la Armonía; si no es así, se invita a la criatura a buscar su propia Fe y a escuchar la Palabras de Jesús cuando nos dice: «Voy a preparar un lugar» para cada uno de vosotros.

Hay una fuerza que nos cura y existe la Fe que nos salva.
La curación inicia con el poder de la piedad y nos devuelve a las viejas tradiciones celebradas por los sacerdotes.
La salvación viene de la Verdadera Fe, y nos lleva al Lugar que JESÚS ha preparado para todos.

Gracias Jesús Salvador