Bienaventurada ese Alma que busca en sí misma cada recurso y cada posibilidad para poder hacer todo lo que Jesús nos ha enseñado.

Para entrar en Comunión con el Espíritu y las Enseñanzas de Jesús, es necesario descubrir tanto el Principio Divino como el principio separado.

Jesús se convirtió en el Hijo de Dios para detener la creación separada de Dios, y el Hijo del Hombre para iluminar la vida mortal de la humanidad que vive en la carnalidad.

Jesús vivió Su Vida en nuestra vida mortal, y nos ofreció Su Sangre Espiritual para darnos la posibilidad de Renacer en la Vida de la Verdad.

El Camino a seguir es Vivir las Palabras inspiradas por Jesús: “Buscad la Verdad y Vividla. Todas las fuerzas contrarias que entran en vosotros, haced que se evaporen en la Luz del Verdadero Amor”.

El Amor Generado ha concedido una Gracia para cada necesidad que coexiste en las criaturas.

Gracias Jesús por el Infinito Don de Tu Amor